sábado, 3 de marzo de 2012

GAME OVER

Esta semana ha sido mi semana de vacaciones, mi kit-kat entre empresa y empresa, y como no quería quedarme en casa todo el día metida, y dándole al coco, y entrando en barrena cada vez que veo una peli pastelera, y por no escuchar a todo el mundo que me insisten en rellenar mi vida con miles de avtividades, pues decidí irme con un amigo a Londres de compras.

Pensé, que a mí, compradora compulsiva, me ayudaría, porque entre muchas de las cosas que hay que hacer durante la ruptura es tener MENTE-CUERPO OCUPADO, cuanto más cosas hagas, menos le das al cerebro destructivo, de ¿qué estará haciendo?¿Ya habrá pasado página? ¿Estarácon otra? No me echa de menos?, etc, etc y que mejor que ocuparlo con una actividad que te encanta, el shoppping.

Pues el día que me fuí, iba con un nudo en el estómago, porque me daba la sensación que me cada metro recorrido, me alejaba más de él. Y era real claro, me iba a Londres, por lo menos cuántos kms habrá? Pero ya sabéis a lo que me refiero, lejos en sentimientos, como si soltase amarre de los lazos que nos unen; así que esa sensación es la que me acompañó desde que me monté en el taxi.

Unas pocas compras, y unas copas de vino hicieron que el primer día fuese llevadero, pero llegó la mañana, con la mente despejada, y un email suyo en la bandeja de entrada. Era para terminar de cerrar unos flecos que nos quedaban pendiente, pero volvía al trato cariños, y la despedida de un amigo, con un fulminante: UN ABRAZO! Creí morir...Ya daba igual lo que hiciese, lo que intentase hacer, o lo positiva que quisiese ser, ya el daño estaba hecho, y el día jodido. Muchas horas recorriendo las tiendas más alucinantes de Londres, y mi espíritu por los suelos sólo hacía que el corazón estuviese cada vez más encogido, la ansiedad cada vez más acentuada, y perdiese la cuenta de los cigarrillos, yo, que lo dejé hace cinco años...

Así que, pasé el día como pude,con un momento crucial que fue al entrar en una tienda de chico, en el que todo era de su estilo, y todo era como diseñado para él, qué duro, que ya no puedes comprarle cosas, ni entrar con él en un probador, ni salir los dos emocionados por nuestras compras de una tienda remotamente encontrada...YA NO.

Luego unas copas de vino, en un mítico bar de Covent Garden, con miles de personas felices a nuestro alrededor, gente con ganas de exprimir la vida, personas con ilusiones y esperanzas, amigos, parejas, y YO, con el alma irremediablemente en los pies, deseando volver a casa...

Tercer día, me levanto, no pruebo bocado, cigarro al canto, y VISA en mano para comprar un billete de vuelta, mi amigo destrozado, (mi amigo había puesto muchas expectativas en este viaje, pero yo ahora no estoy, no estoy para nada, me molesta que esté pendiente de mí, que me toque, que me cuide, que me mime, ahora no estoy para eso, y tampoco con él, porque todo ESO, sólo lo quiero de ÉL) y yo con más ansiedad porque encima ahora, daño a otra persona, pero no puedo, de verdad, no puedo quedarme, no puedo esforzarme más, no puedo actuar, así que me dejo llevar por la tendencia destructiva, la que sabemos que no debemos tener en esta fase de los 3 primeros meses, y me rindo, me voy, me vuelvo a casa.

GAME OVER, la partida terminó. PLAYER ONE WIN. Él gana,  yo, vuelvo a perder.

Pero si soy un poco más indulgente conmigo misma, pienso:

Bueno, he conseguido irme de viaje, sin él, con un amigo, y estar 3 días desconectada, y fuera de casa, en menos de dos meses. Si soy positiva, creo que todo mejorará, saldré de esta, y antes de lo que pienso, porque tengo mucha gente que me quiere y me apoya, porque soy una persona fuerte, porque lo mejor siempre espera, porque...

Pero hoy por hoy sólo puedo pensar
INSERT COIN!

No hay comentarios:

Publicar un comentario